La Organización Mundial de la Salud ha reportado más de 300 casos de esta hepatitis
El COVID-19 que actualmente se considera una pandemia podría tener un posible vínculo con la hepatitis infantil de origen desconocido que actualmente genera preocupación por el aumento de casos a nivel mundial, así lo consideran algunos expertos en una publicación de la revista especializada The Lancet.
La Organización Mundial de la Salud ha reportado más de 300 casos de esta hepatitis, por lo que es objeto de investigación, siendo una de las últimas la publicada por médicos. Petter Brodin y Moshe Arditi en la revista médica.
Según la publicación, “yl SARS-CoV-2 se identificó en el 18 % de los casos informados en el Reino Unido y en 11 de los 97 casos en Inglaterra con datos disponibles que dieron positivo para SARS-CoV-2 al ingreso; otros tres casos habían dado positivo dentro de las 8 semanas anteriores a la admisión”.
“Es probable que las pruebas serológicas en curso muestren un mayor número de niños con hepatitis aguda grave e infección previa o actual por SARS-CoV-2. Se cree que once de los 12 pacientes israelíes tuvieron covid-19 en los últimos meses, y la mayoría de los casos de hepatitis informados fueron en pacientes demasiado jóvenes para ser elegibles para las vacunas contra el COVID-19. »
Los datos revelados respaldan que la infección por SARS-CoV-2 puede causar la formación de un reservorio viral que, si persiste en el tracto gastrointestinal, “puede conducir a la liberación repetida de proteínas virales a través del epitelio intestinal”.
Entre los detalles, los expertos dicen haber especulado que los casos de hepatitis aguda grave en niños notificados recientemente pueden ser consecuencia de la infección por adenovirus con trofismo intestinal en niños previamente infectados por el SARS-CoV-2 y portadores de reservorios virales.
En este último aspecto, da lugar a una activación inmunitaria, que podría estar mediada por un motivo de superantígeno en la proteína espiga del SARS-CoV-2 que se asemeja a la enterotoxina B estafilocócica, desencadenando una activación amplia e inespecífica de las células T, que “se ha propuesto como un mecanismo causal del síndrome inflamatorio multisistémico en niños